miércoles, 7 de noviembre de 2012

Basilisco.


«De las muchas bestias pavorosas y monstruos terribles que vagan por nuestra tierra, no hay ninguna más sorprendente ni más letal que el basilisco, conocido como el rey de las serpientes. Esta serpiente, que puede alcanzar un tamaño gigantesco y cuya vida dura varios siglos, nace de un huevo de gallina empollado por un sapo. Sus métodos de matar son de lo más extraordinario, pues además de sus colmillos mortalmente venenosos, el basilisco mata con la mirada, y todos cuantos fijaren su vista en el brillo de sus ojos han de sufrir instantánea muerte. Las arañas huyen del basilisco, pues es éste su mortal enemigo, y el basilisco huye sólo del canto del gallo, que para él es mortal.»
—Una página de un libro muy viejo
El Basilisco es una serpiente gigante, también conocida como el Rey de las Serpientes, es una criatura criada por magos tenebrosos. El primer basilisco del que hay constancia fue criado por Herpo el Loco, un mago tenebroso de Grecia que hablaba pársel. Después de muchos experimentos, Herpo descubrió que de un huevo de gallina incubado por un sapo salía una serpiente gigantesca dotada de poderes extraordinariamente peligrosos.
Es clasificado por el Ministerio de Magia con XXXXX, debido a que es asesino de magos y no puede ser domesticado debido a que esta dotada de poderes extraordinariamente peligrosos. Al ser una serpiente puede ser controlada por un hablante de Pársel, pero también depende de la relación que tenga el hablante con la serpiente puesto que Tom Riddle era el único que podía controlar el basilisco de Salazar Slytherin, mientras que Harry Potter no tenía ningún control sobre él.
El veneno de basilisco es una sustancia muy poderosa y tóxica que sólo tiene una cura conocida: lágrimas de fénix. Este veneno es tan potente que puede matar a una persona en cuestión de minutos, lo que hace que la persona quede somnolienta y con visión borrosa antes de morir. Tiene un efecto muy duradero que todavía sigue siendo fuerte incluso luego de cinco años o más después de que el colmillo fue retirado del cuerpo de la serpiente. El veneno es una de las pocas sustancias conocidas que pueden destruir Horrocruxes.
Cuando Harry Potter mató al basilisco de Salazar Slytherin con la espada de Godric Gryffindor, en 1993, ésta se impregnó con su veneno, dándole la capacidad de destruir Horrocruxes.
Cualquiera que mire directamente a sus grandes ojos amarillos morirá al instante,sin embargo si se lo observa a través de algún objeto o reflejado la víctima solo quedara petrificada. Los fantasmas pueden verlo directo pero de igual forma solo resultan petrificados. Esto es debido a que los fantasmas ya se encuentran muertos y no pueden volver a fallecer. Pero los fénix son inmunes a esto. Las arañas, como Aragog, lo temen y lo describen como su enemigo natural y nunca hablan de este.


Los colmillos del Basilisco poseen un mortífero veneno, capaz de matar un humano en minutos; el único antídoto contra esta mordedura son las lágrimas de fénix, también es capaz de destruir objetos que luego son imposibles de reparar incluso con magia, esto debido a que es una de las pocas sustancias capaz de destruir un Horrocrux.
La piel del basilisco es de características similares a la de un dragón, capaz de repeler hechizos.


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