SEGURIDAD
- «Entre, extraño, pero tenga cuidado
Con lo que le espera al pecado de la codicia
Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado
Deberán pagar en cambio mucho más
Así que si busca bajo nuestros suelos
Un tesoro que nunca fue suyo,
Ladrón, está advertido, tenga cuidado
De encontrar algo mas que un tesoro allí.» - —Inscripción en Gringotts
Contrastando con las grandes y lujosas estancias principales del banco, las bóvedas son no muy grandes, de piedra e iluminadas por antorchas. Detrás de las puertas de salida hay estrechos pasillos de piedra, iluminados con antorchas. Estos pasillos se inclinan poco a poco hacia abajo hasta vislumbrar unos raíles en el suelo. El duende encargado se encarga de llamar (generalmente silbando) a los pequeños carros que llevan a los magos y brujas hasta sus cámaras, los cuales llegan rápidamente por los raíles. Al subir en estos, los carros se ponen en marcha inmediatamente. Las cámaras están situadas en un complejo de túneles laberíntico al que únicamente se puede acceder en la vagoneta, que circula a través de túneles. Estos túneles profundizan en la tierra “cientos de millas” y el aire allí es frío. Es obligatorio ir acompañado en todo momento por un duende que llevará la llave y conducirá la vagoneta (aunque el carro parece conocer su propio camino, pues el duende encargado en ningún momento da señales de estarlo dirigiendo) tan rápido que a los visitantes les será casi imposible recordar el camino, para así evitar robos Las puertas de las cámaras van apareciendo de las paredes conforme se profundiza.Si se va muy abajo se puede ver un lago subterráneo en el que hay gruesas estalactitas y estalagmitas saliendo del techo y del suelo. Las bóvedas de Gringotts pueden ser heredadas, es decir, que si su actual dueño muere, su hijo será el dueño de la cámara, cosa que no agrada mucho a los duendes. Todas las bóvedas se revisan cada diez años.
Diferentes bóvedas
Bóvedas de alta seguridad
Las cámaras más grandes y mejores protegidas, pertenecientes a las más antiguas familias de magos, yacen en lo más profundo del banco protegidas por poderosos encantamientos; únicamente se pueden abrir si el duende toca la puerta con su mano y pida que se abran y únicamente el duende lo hará si el que va a entrar es un miembro de la familia que tiene la bóveda. Si alguien intenta hacer lo que los duendes hacen para intentar abrirlas, quedará atrapado en la bóveda. Estas bóvedas de mayor seguridad pueden estar protegidas también por criaturas, como dragones y esfinges, y hay que pasar por fuertes barreras contrahechizos que deshacen todos los efectos de los encantamientos o pociones puestos en los visitantes para evitar intrusos escondidos bajo la poción multijugos, maldiciones protectoras o encantamientos desilusionadores, por ejemplo. Una de estas barreras es la Catarata de los Ladrones, lugar donde acaba una de las ramificaciones de las vías para vagonetas y que protege una estancia, morada por un viejo dragón protector que se controla sólo con unas varas que únicamente las poseen los duendes. En esta lúgubre sala están las puertas de las cámaras de mayor seguridad del banco. Allí, los objetos no pueden ser convocados por Accio y tienen maldiciones como la Geminio, que hace que, si se tocan sin haber levantado la maldición, los objetos se multipliquen para que el ladrón no pueda identificar el verdadero y la Flagrante, que hace que los objetos ardan al tacto si se tocan. Estas cámaras, aparte de guardar dinero, guardan antiguos objetos valiosísimos y joyas.Cámaras de baja seguridad
Al contrario, las cámaras de menor seguridad están situadas más cerca de la superficie y con menor defensa. No tienen barreras antihechizos (al menos que se tenga constancia de ello) y basta con que el visitante introduzca una llave en la cerradura para que se abran. A ellas puede acceder una persona que no sea el dueño de la cámara con tal de que tenga la llave.
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